Y peor aĆŗn, el gobierno colocó en una disyuntiva a dos de sus principales autoridades de la lucha, represión y prevención de las drogas, al prestigioso presidente de la DNCD, vicealmirante JosĆ© Manuel Cabrera Ulloa - quien viene realizando una encomiable labor en esa institución- y al presidente del Consejo Nacional de Drogas, mayor general ® Jaime Marte MartĆnez, que los ubica en una confusa realidad que comprometen su “credibilidad”, al ponerlos a negar que en el territorio dominicano se comercialice el fentanilo.
Con esta obstinada denegación, las autoridades gubernamentales dejan una vez mĆ”s al descubierto su mĆ©todo de “negación” ante cualquier crisis que abate al paĆs. Para muestra un botón, niegan que exista crisis en la seguridad ciudadana, niegan que haya apagones y aumento de la tarifa elĆ©ctrica, niegan el aumento del costo de la vida y la inflación, niegan que haya crisis en el Programa de Emergencia 9-1-1, siendo el mĆ”s reciente, la crisis en el Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), donde el paĆs estĆ” al borde de perder la prestigiosa “categorĆa 1”, lo que significarĆa un vergonzoso retroceso, no solo en la aeronĆ”utica nacional, sino tambiĆ©n en pĆ©rdidas millonarias en el turismo.
Sin embargo, con negar los problemas evidentes, el gobierno no resolverĆ” las mĆŗltiples crisis que se apoderan del paĆs, ni echando la culpa al gobierno pasado, la pandemia y la guerra ruso-ucraniana, pues la cruda realidad le da en la cara todos los dĆas en estos casi tres aƱos frente a la administración pĆŗblica del Estado. ¿Hasta cuĆ”ndo seguirĆ”n contando el mismo cuento, mientras la sociedad espera respuestas efectivas?
Como una especie de develamiento de las “negaciones” gubernamentales, el pasado 15 de julio, el ListĆn Diario publicó un artĆculo titulado, “El fentanilo era procesado en el paĆs en el 2017, segĆŗn afirma un alto cargo de la DEA”, donde en un informe sobre “Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas”, el cual contiene un acĆ”pite dedicado exclusivamente a la RepĆŗblica Dominicana y los principales narcóticos traficados, confirman la presencia de este letal opioide. Declaraciones que fueron ofrecidas el 24 de julio de 2017, por el entonces subdirector de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA), Israel Alicea.
Al parecer los Ćŗnicos que no se han dado cuenta de la existencia de este nuevo estupefaciente son las autoridades; tampoco se han percatado que la forma de comercialización cambió radicalmente, pues sus canales de distribución son mĆ”s sencillos, rĆ”pidos y de difĆcil detección, en razón, a que el fentanilo puede pasar desapercibido ante los ojos de cualquiera como si fuera un fĆ”rmaco comĆŗn, tanto en pastillas, gotas oftĆ”lmicas o spray intranasal.
Desde mi punto de vista profesional, entiendo que fue un grave error del gobierno eliminar de la Dirección Central Antinarcóticos de la PolicĆa Nacional, pues el tiempo y las circunstancias imperantes asĆ lo indican; y hoy mĆ”s que nunca, para lograr un combate efectivo del microtrĆ”fico de drogas, se requiere de una alianza estratĆ©gica entre la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y la PolicĆa Nacional, pues el fentanilo no lo encontrarĆ”n fĆ”cilmente en los puntos de drogas en nuestros barrios, debido a que esta droga se estĆ” distribuyendo a travĆ©s de los deliverys, pues es un narcótico de consumo de ciertas Ć©lite social, por el momento; por lo tanto, se requiere una alta inteligencia policial y del Estado, de entrenamiento especializado para la detección de estas redes de producción, distribución y dealers.
Es necesario que las autoridades se enfoquen en el comercio en lĆnea, es decir, el comercio electrónico, el cual facilita la compra y venta de sustancias ilegales, entre ellos, el fentanilo. Pues las transacciones realizadas en la “dark web” y los diferentes sitios web ilĆcitos permiten actualmente a los consumidores hacer los pedidos a travĆ©s de WhatsApp, tal como se piden en las farmacias cualquier medicamento, los cuales son enviados vĆa deliverys.
En este contexto, el microtrĆ”fico de fentanilo representa numerosos desafĆos, tanto a las autoridades de interdicción, como las autoridades de salud pĆŗblica, ya que este tipo de opioide adictivo es de muy sencilla ocultación, sus ingredientes son de fĆ”cil adquisición en el mercado legal y de sencilla fabricación en pequeƱos laboratorios clandestinos, los cuales pueden ser tambiĆ©n laboratorios móviles.
El consumo indebido de fentanilo, junto al microtrÔfico de este narcótico, representan una grave amenaza a la salud de los ciudadanos, ya que esta droga zombi es altamente adictiva, que puede degenerar en consecuencias mortales por sobredosis similar a la epidemia que abate a otras naciones del mundo. Es por ello, que la negación del gobierno constituye un peligro para la salud de la nación.
El abordaje de este gran problema, no es ocultando la realidad que el gobierno solucionarĆ” este azote adictivo, sino empezar reconociendo la gran amenaza del fentanilo y proteger la salud pĆŗblica, y para ello, se hace necesaria una respuesta integral que incluya acciones focalizadas con la utilización de inteligencia, fiscales y agentes especializados, educación ciudadana, concientización sobre los riesgos a la población, la inclusión de este flagelo en los programas de tratamiento y prevención de adicciones en el paĆs, ademĆ”s, la necesaria cooperación con organismos internacionales antidrogas, especialmente la de los Estados Unidos de NorteamĆ©rica.
Finalmente, y a modo de una humilde sugerencia a fin de enfrentar este nuevo opioide son con acciones de integralidad, que involucren las fuerzas del orden pĆŗblico, DNCD, fiscales, profesionales de la salud, legisladores y la sociedad en general, conscientes, que este combate representa un desafĆo complejo ante su constante evolución, por lo que los resultados de un plan integral antinarcóticos exitoso requiere un enfoque multidimensional, la adopción y evaluación permanente de nuevas estrategias ante los cambios de modalidades de los traficantes de drogas, ademĆ”s, estar conscientes de que son polĆticas que conllevarĆ”n un tiempo a corto, mediano y largo plazo, de este modo no serĆ” necesario mentir tratando de ocultar una verdad peligrosa.
@GuzmanFermin1
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