Danilo Medina Sánchez, cabeza de una ambiciosa familia, vive lo que se le advirtió: Se quedaría solo, con un poder expirado y con repudio popular. La cadena de atropellos contra amigos y adversarios y su esa ambición de poder sin límites le haría daño. El pueblo dice que las celdas están abiertas y aguardan por él.
Dije durante años que el camino que trillaba conduciría a perderlo todo. Perdió la reelección, dividió el partido, perdió el poder y la gente dice que también la libertad. La prepotencia le hizo creer que era eterno. Y la sangre baña su historia. A veces la corrupción tiene sonido de tragedia para algunos de sus personajes. Nuevamente el luto viste el entorno del poder danilista.
Danilo Medina Sánchez, quien cree que el dinero lo puede todo, califica de cobardía el apresamiento de varios sospechosos de corrupción vinculados, pero para él fue valentía que con su apoyo se crucificara una dama, y se vanagloriaran de espiar ciudadanos. Se convirtió en ventrílocuo para asaetar reputaciones como aquel ejercicio de hipocresía al condoler por las acusaciones de Quirino.
Danilo persiguió y corrompió el ejercicio periodístico y compro a cualquier precio abogados, políticos, empresarios y legisladores de oposición.
Danilo quiere convertir la entelequia en tribuna de defensa de sus familiares encausados por corrupción porque como dueño del PLD quiere incinerarlo junto con él. Aunque está acorralado por sus hechos el odio es más fuerte que la razón. Sus bocinas dirán que es Leonel quien dirige la justicia para antagonizarlo con el gobierno.
Hasta condena irrefutable Danilo es inocente. Queremos que hagan expedientes sólidos.
Por Alfredo Freites ;-
-Recuperado.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario