El dirigente político también expresó que, en vista de que, las medidas adoptadas por el gobierno representan un gasto militar para una economía ralentizada como la nuestra y, a su vez una amenaza para el sector productivo de la línea fronteriza, dado que como sabemos, el cierre del mercado binacional representa una paralización casi absoluta de las actividades de cientos de comerciantes que operan en esta zona del país.
“Hacemos un llamado a la prudencia en la gestión de esta crisis. Además, esperamos que estas acciones no consistan en estrategias de distracción, ante la inminente caída libre que en términos electorales, experimenta el gobierno de Abinader, cuyo debilitamiento se debe indefectiblemente al alto costo de la vida, a la inseguridad, la improvisación , el endeudamiento, la inflación, los apagagones, la carestía de la energía eléctrica, entre otros”. Afirmó Borquez.
El dirigente de la Fuerza del Pueblo, en ese sentido, pone de manifiesto la tesis de que el cierre de la frontera se trata de una escaramuza electorera, ya que, los daños causados al país resultarían irreversibles en el corto plazo y sin precedentes históricos.
“Estas medidas, de resultar desproporcionadas, encausarían al país a una situación verdaderamente seria, no solo por el impacto económico, además por la forma en que afectaría la confianza popular, tanto así que, cuando efectivamente se requiera la unidad nacional, no habrá respuesta positiva de parte de la ciudadanía, lo que repercutirá en indiferencia, incredulidad y apatía por parte del pueblo dominicano”, dijo el experto en emprendimiento.
Señaló también que el precio a pagar no solo sería la salida de este gobierno en forma bochornosa, sino que, quedaría registrado en la historia como el gobernante que jugó con el orgullo del dominicano para sacar partida electoral, puesto que esto no es un desastre natural, una pandemia, etc . situaciones en las cuales los daños materiales quedan a la vista de todos.
Dijo que en la situación actual se debe realizar un análisis más profundo de la crisis y ampliar la mirada. Planteó preguntas cuyas respuestas podrían ayudar a definir la forma más efectiva de abordarla:
Primero: Ante el desvío del Río de Dajabón (Masacre) . Debemos preguntarnos, ¿Lograrán nuestras autoridades la paralización? ¿De dónde se adquieren estos materiales para la construcción? ¿Cuál es la posición del gobierno frente a quienes suplen esos materiales? ¿Cuál es el vínculo que existe entre esos proveedores y el gobierno?
Segundo: sobre las bandas de Haití ¿Cómo integrar en el análisis su capacidad de influencia en la organización de esta crisis ? ¿Por qué militarizar ahora y no cuando Haití estaba en una más densa inestabilidad, posterior al asesinato de su presidente?
Exhibir al mundo un país con una frontera militarizada, proyecta probabilidades de conflictos bélicos, lo que ahuyenta las inversiones, lo que afecta drásticamente la competitividad, el crecimiento y el desarrollo económico .
Esperamos que se trate de algo verdaderamente auténtico y no de una crisis provocada para sofocar los temas nacionales que tanto aquejan al pueblo dominicano, expresó Walnesy Borquez.
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