Estados Unidos y el estado de malestar - RDvision Noticiosa

Más Recientes

Siguenos en nuestras Redes Sociales

Sígueme en YouTube Sígueme en Facebook Sígueme en Instagram Sígueme en WhatsApp  Sígueme en Twitter

Post Top Ad

Responsive Ads Here

viernes, 11 de febrero de 2022

Estados Unidos y el estado de malestar

“UMBRAL ”》》》
Santo Domingo;- Nina Likke es autora del li­bro homóni­mo a que ha­go referencia en el título -Estado de Males­tar-, una novela que aborda desde la sátira la realidad de una sociedad materialmen­te satisfecha -Noruega- pe­ro hundida en una situación de perturbación sicológi­ca colectiva desprendida de la rutina que crea el estado bienestar, aquel concepto antónimo creado en el calor del debate de las teorías eco­nómicas en la Inglaterra de los años 40 cuando los labo­ristas defendieron, partien­do de las ideas de Jhon Ke­ynes, que el Estado debía ir en auxilio de los ciudadanos para protegerlos de la vora­cidad del mercado, todo en el marco de sociedades capi­talistas de economías abier­tas, fundamentadas en las llamadas democracias re­presentativas que Occidente ha intentado imponer como modelo al resto de mundo, en muchos casos con méto­dos antidemocráticos que han incluido golpes de Esta­do, agresiones militares, ase­sinato de líderes desafectos y fraudes electorales.
El estado de malestar a que nos referiremos tiene una orientación diferente a la que describe Nina en su relato de ficción que, sin em­bargo, pudiera guardar rela­ción con la realidad, pues a decir de algunas investiga­ciones los países nórdicos no son tan felices como se suele pensar. Ahora bien, esos es­tudios revelan que la infelici­dad se expresa, por lo menos en países con carencias ma­teriales como la falta de em­pleo, en un drama asociado al desmonte del estado de bienestar, como ocurre, por ejemplo, en los Estados Uni­dos, como una deriva de la avaricia de las élites que con habilidad se incrustan en los estamentos del poder políti­co para impulsar directivas centradas en la defensa de sus intereses y en contra de las necesidades, expectativas y demandas colectivas con lo que se ha creado un estado de malestar que ha descom­puesto la cohesión social y amenaza con arrastrar hacia el caos político a los países donde la expresión de esta realidad es más acentuada.

Algunos políticos e inte­lectuales, incluso activis­tas sociales y entidades que agrupan a trabajadores atri­buyen el malestar más a la globalización que a las po­líticas internas desregula­doras que han desmontado las conquistas sociales. El presidente Dolnald Trump, es uno de los actores que se decantaron por atribuir la si­tuación a la forma en que se diseñó la apertura y Estados Unidos manejó las negocia­ciones; señala que su país no tuvo las habilidades que otros para sacar ventajas, lo que se tradujo en la desin­dustrialización que impactó de manera catastrófica en el mercado laboral. Este es un juicio que Joseph Stiglitz, en su libro “Capitalismo progre­sista”, desmonta aduciendo que todos los acuerdos sobre los que se construyó la aper­tura global favorecían de forma abierta a las grandes potencias, específicamente a EE.UU. y Europa.

Queda claro, a la luz de lo expresado por Stiglitz, que la globalización no ha sido la responsable de las fractu­ras sociales estadouniden­ses, pues la realidad se fra­guó en la implementación del modelo económico neo­liberal asumido desde la ad­ministración republicana de Reagan y continuada por las demás, sin importar el partido del Presidente. Con el desmonte de las políti­cas impulsadas por Franklin Delano Roosevelt y su New Deal, una versión del estado de bienestar que impulsó la economía y la orientó hacia una distribución del ingre­so más equitativa que ayu­dó a agrandar la clase media, curar las grandes desigual­dades y darle al país ocho lustros de crecimiento eco­nómico con cohesión social, se fue construyendo el esta­do de malestar que heredó el presidente Trump y que qui­so encarar profundizando las políticas “reaganianas” como si tratara de apagar un fuego alimentándolo con combustible: estimulando las orgías financieras especu­lativas nacidas en los 80.

Por Manolo Pichardo ;-
@Manolopich
Presidente de la Copppal, diputado al
Parlacen y expresidente de ese órgano parlamentario
regional
Print Friendly, PDF & Email

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Post Bottom Ad

Responsive Ads Here

Pages