Crecimiento de la economía, políticas sociales y obras de modernización cimientan su legado, pero desde que dejó el poder ha sido perseguido
El pasado 16 de agosto Leonel Fernández cumplió 20 años que llegó por primera vez a la presidencia de la República con solo 42 años, convirtiéndose en uno de los presidentes más jóvenes que ha tenido el país en la historia reciente. El hecho marcó el fin de una época y el inicio de un nuevo ciclo político signado por la salida del escenario de los tres líderes que más habían gravitado tras la caída de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, el profesor Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez.
Producto de esa realidad, un nuevo liderazgo empezó a emerger y sin dudas que en el ciclo de los últimos 20 años (1996-2016), Fernández ha sido el político más exitoso que ha tenido el país. De cinco periodos presidenciales desde el 1996, ha gobernado tres (1996-2000 y desde el 2004 al 2012). Los dos restantes los han ocupado Hipólito Mejía (2000-2004) y Danilo Medina (2012-2016) que acaba de iniciar su segundo mandato 2016-2020.
Es además, presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el más grande y exitoso de los últimos 20 años y con un gran liderazgo internacional que lo ha llevado a desempeñar un papel importante en situaciones de tensión en países como Bolivia y Venezuela.
Le puso sello a las gestiones del PLD con la creación de programas de asistencia social como la Tarjeta Solidaridad, y obras como el Metro de Santo Domingo, además de una gran cantidad de infraestructura como túneles y elevados, especialmente en la capital. También impulsó una reforma constitucional, que además de generar un nuevo orden institucional, creó las denominadas altas cortes. En su segundo gobierno comenzó la era de la estabilidad y crecimiento económico del país que se ha mantenido por 16 años seguidos.
Fue también durante sus gobiernos que el PLD logró la mayoría de legisladores, lo que se ha mantenido invariable desde el 2006 y también empezó a ganar la mayoría de las alcaldías. Ahora es el principal activo político del PLD de cara a las elecciones del 2020.
Por lo que en una revisión simple del desempeño al liderazgo político del país en el periodo que hemos analizado, no hay ningún político que haya acumulado los éxitos que tiene el presidente del partido oficial. Fernández ahora está inmerso en un proceso de modernización del PLD y según sus propias palabras, en los últimos 20 años se dedicó a modernizar el país, pero que ahora le toca a su partido. Es el segundo presidente que ha tenido el partido morado desde su fundación y asumió la dirección en el 2001, luego de la muerte del profesor Juan Bosch.
Perseguido
Sin embargo, los éxitos de Fernández le han dejado un sabor amargo, pues también ha sido el político más perseguido de los últimos 20 años y se ha convertido en una especie de “culpable favorito”. Al inicio del gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004) Fernández acudió a la Fiscalía para ponerse a disposición de la justicia luego de que varios funcionarios de su gobierno fueron detenidos por supuestos actos de corrupción.
Cuando regresó a la Presidencia en el 2004, durante su discurso de juramentación dijo: “He experimentado la amargura de ser perseguido con saña e intención destructiva y sin embargo, eso no ha hecho más que fortalecer mi espíritu contra la vileza y la maledicencia, así como reafirmar mis convicciones contra el abuso y el atropello”. En el 2012, cuando dejó el gobierno, Fernández no tuvo tregua, pues las protestas lo perseguían por todas partes para culparlo del déficit fiscal que se generó en ese año y que fue denunciado por el gobierno recién instalado de Danilo Medina. En el 2013, Fernández hizo una reflexión sobre la calumnia en un artículo titulado: “Elogio a la calumnia” publicado en la edición del 3 de junio del 2013 en el Listín Diario, en el que utiliza los personajes de una obra de William Shakespeare, Otelo, para hacer una reflexión sobre la falsedad y la manipulación de información.
Al mismo tiempo, señala que la historia reserva a cada persona su lugar como el caso de Yago, el insidioso de la tragedia de Otello que “siempre será tenido como un genio del mal, como un villano sin rival, como un engendro del odio y como el calumniador por excelencia”.
El 25 de mayo del 2015, Fernández, en una alocución al país producto del impasse que se generó en el PLD por la reforma constitucional para permitir la reelección del presidente Medina, volvió a quejarse de ser víctima de supuestas ambiciones desmedidas. “He estado en el ojo del huracán de intereses en conflicto y ambiciones desmedidas de poder, que han procurado hacer mi voz irrelevante en el escenario político nacional.
“De manera sistemática, como tal vez nunca antes ocurriera con figura pública alguna en la vida del país, se ha intentado degradarme, deshonrarme y hacerme añicos. No se ha logrado, ni se logrará, pues como dice la palabra (Biblia), nadie que ha confiado en Dios ha quedado defraudado”, se quejó el expresidente.
Más recientemente, en declaraciones para elCaribe, en abril de este año, Fernández dijo que a pesar de todas las ingratitudes la historia siempre reconoce el papel que se desempeña y que la traición y la ingratitud no es algo que le afecte exclusivamente a él, sino a todas las figuras públicas y citó el caso del profesor Bosch, que fue centro de críticas, pero que desde que salió del escenario político todos le vanaglorian.
Era digital
Fui honrado como uno de los primeros dominicanos en conectarse a Internet, y con ello, la era digital entró de forma oficial a nuestro país”.
Milagro dominicano
En los cuatro gobiernos del PLD, el país ha vivido una época de paz, estabilidad, grandes cambios, gran progreso y notable florecimiento”.
Por yanessi Espinal ;-
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